“Fueron profundamente afectados por comentarios crueles que tachaban a su hija de “monstruo” y les instaban a “matarla”. A pesar de esto, se mantienen decididos en su compromiso de cuidar y proteger a Batya. Han iniciado una campaña de recaudación de fondos para cubrir los costos de sus necesidades médicas. La pareja ha sacrificado sus trabajos para dedicarse a cuidar a su hija las 24 horas del día, ya que Batya requiere 80 procedimientos diarios para mantenerse con vida. A pesar de los desafíos abrumadores, su amor y aprecio por Batya son inquebrantables, destacando su resiliencia y su dedicación a su bienestar.”
A pesar de que les aconsejaron abortar, la pareja decidió traer a Batya a este mundo. Se les rompe el corazón al leer comentarios que llaman a su hija “monstruo” y les piden que “la maten”. Sin embargo, se mantienen firmes en su decisión de cuidar de Batya y están recaudando fondos para cubrir sus gastos médicos. La pareja dejó sus trabajos y se dedicó a tiempo completo a su hija, que necesita 80 procedimientos médicos al día para sobrevivir. A pesar de sus dificultades, aman y aprecian a Batya, enfatizando su paciencia y su compromiso con su salud.
A pesar de enfrentarse a una fuerte crítica, Naffi y Racheli Goldman no se arrepienten de su decisión de darle vida a Batya y la aman y cuidan de todo corazón. Están tratando de recaudar fondos para conseguir suficiente dinero para cubrir los gastos de cuidados intensivos de Batya.
Aunque sacrificaron su trabajo y pasaron días y noches cuidando a su hija, no se quejaron sino que lo consideraron un acto de amor y cuidado hacia ella. A pesar de las dificultades, la pareja siempre creyó que Batya había logrado sobrevivir y que era maravillosamente amada. Esperan que algún día, cuando Batya esté más sano y pueda viajar, vuelvan a vivir a Inglaterra.
Lo que les importa a Naffi y Racheli Goldman es el amor y la preocupación por Batya. A pesar de las críticas y las lágrimas de las burlas, la pareja se mantuvo inquebrantable y decidida a criar a la niña. Han hecho muchos sacrificios, desde dejar sus trabajos hasta cuidar de Batya las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Con 80 procedimientos médicos diarios, se mantiene viva con un ventilador y requiere atención constante. Naffi y Racheli no sólo son padres, sino también cuidadores dedicados que trabajan incansablemente para mantener con vida a su hija. No se arrepienten de su decisión y aman a Batya incondicionalmente. Esperan poder regresar al Reino Unido a vivir si Batya está lo suficientemente sano como para viajar al extranjero. La recaudación de fondos también es un esfuerzo para garantizar que Batya reciba la atención médica y el apoyo necesarios. Aunque la vida es difícil, el amor y el compromiso de esta pareja nunca terminan por su hija.
Además de su compromiso inquebrantable de cuidar de Batya, Naffi y Racheli Goldman también ven su majestuosidad y fuerza. Aunque la mayoría de los niños con discapacidades similares, Batya sólo vive 12 semanas, ella ha encontrado una manera de sobrevivir y muestra una paciencia y resistencia asombrosas. Aunque no puede oír ni ver, a Batya le encanta el amor y el cuidado.
Le encanta que la besen y la abracen y quiere saber cuando hay alguien cerca. Esto hizo que Naffi y Racheli se sintieran muy orgullosas y amadas por su hija. Aceptan el destino que se les ha puesto por delante y dedican todo su amor y cuidado a la crianza de Batya. Aunque la vida es difícil a veces, esta pareja nunca deja de tener esperanzas y está dispuesta a hacer cualquier cosa para mantener a Batya viva y amada.